Directivos de empresa y entrenadores de fútbol unidos por su destino

Nadie llega a ser nombrado Sir por su palabrería, tampoco por sus éxitos profesionales o deportivos, esos solo son la consecuencia. Alex Ferguson llegó a ser Sir por conseguir la excelencia en algo de lo que carecen las empresas: el liderazgo. Personas que llevan a organizaciones a un gran nivel de excelencia durante un periodo prolongado y sostenido en el tiempo, esa es mi definición de líder.

En el mundo de los deportes de equipo nos encontramos muy buenos ejemplos de líderes, Gregg Popovich, 20 años como entrenador de los San Antonio Spurs, y 5 títulos de la NBA; Arsène Wenger, entrenador del Arsenal, 6 títulos; Phil Jackson, 21 temporadas como entrenador de baloncesto y 11 títulos de campeón dem la NBA; o el mismo Alex Ferguson, 26 años como entrenador del Manchester United y 49 títulos.

coach deportivoTodos estos entrenadores tienen un denominador común que les ha llevado a ser grandes líderes: han logrado el éxito haciendo crecer a un grupo de personas y sabiendo evolucionar al mismo tiempo que lo hacía su deporte, todos ellos han sido además mentores de grandes superestrellas.

Nunca les ha importado que otras personas de su equipo cobraran más que ellos o les robasen protagonismo. Tampoco se han excusado de una derrota por culpa del árbitro; las condiciones del terreno de juego o culpando del fallo a algún jugador, saben que la autocrítica va por delante de cualquier factor externo a ellos.

El deporte nos muestra el camino de cómo debe funcionar un directivo en el mundo profesional, recordando que los errores de un ejecutivo provocan los defectos de una organización.

“Muchos mánagers trabajan para los clubs de fútbol pensando en el resultado, están ahí para cambiar la suerte del primer equipo, por eso les dan el trabajo, yo nunca pensé así, mi filosofía es construir un club de fútbol.” Alex Ferguson 

Corto plazo, ese es el principal problema, la mayoría de empresas buscan el éxito inmediato para contentar a sus inversores, los cuales compran y venden acciones según sople el viento. El directivo es una consecuencia del sistema, cambiando de organización constantemente con un ritmo medio de 18 meses. Sin dejar huella allá donde van, solo simples números, por eso son poco recordados. Es un error pensar que en ese periodo de tiempo de dos años se puede lograr algo extraordinario, el equipo ganador de Pep Guardiola en el F.C. Barcelona se basó en el “dream team” de Johan Cruyff de 20 años atrás. Si bien Guardiola cambió el organigrama directivo, no hay duda sobre la implicación de Johan Cruyff, trabajando durante todo ese tiempo en un segundo plano para conseguir el objetivo marcado.

Años atrás las ventajas competitivas en el mundo empresarial estaban marcadas por el dominio de las novedades tecnológicas, creando de esta forma distancias entre los competidores que necesitaban años de espionaje industrial para equiparse. Ahora no existen tales casos, la última frontera la marcan las personas y son sus líderes, es decir sus directivos, los que tienen que decir si buscan simplemente un resultado positivo o trabajan para lograr la excelencia.

Al fin y acabo no hay diferencias entre el entrenador y el directivo, ambos comparten el mismo destino, ser recordamos como líderes u olvidados como ejecutivos.

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