“Edifiquemos una ciudad y una torre cuya cúspide llegue hasta el cielo. Hagámonos así famosos y no estemos más dispersos sobre la faz de la tierra”. Éste bien podría haber sido el discurso del Emir de Dubái durante la inauguración del Burk Kalifa, el edificio más alto del mundo, pero en realidad la cita es un poco más antigua, concretamente de la biblia. Huérfana de reservas de oro negro, Dubái es simplemente una conglomeración de polvo y arena que ha necesitado la ayuda de personas providentes de todo el planeta para encontrar un sitio de privilegio en la historia del siglo XXI. Al igual que Babilonia y su Torre de Babel hoy la ciudad de “do buy” y su Burk Kalifa son una de las maravillas del mundo pero con una única diferencia, en esta ocasión todos hablan el mismo idioma: Dinero Prostitución, drogas, conflictos armados, negocios turbios o simplemente…