Al principio tiene gracia…posiblemente sea porque no veamos lo que hay detrás. Durante las Olimpiadas de Pekín 2008, el lugar más visitado por los turistas no fue la plaza de Tiananmen, ni la ciudad prohibida, ni siquiera la Gran Muralla China. 1.926.324 millones de visitantes, entre ellos 35 jefes de estado, eligieron visitar el mercado de falsificaciones de la ciudad, más conocido mundialmente como el mercado de la seda de Pekín. Miles de años de cultura escenificados en monumentos de la humanidad fueron incapaces de superar la fama del negocio por el cual es conocido hoy el gran gigante asiático: las falsificaciones. Imitar es una forma de adulación, es por ese motivo que siempre ha estado presente en nuestra sociedad, todo el mundo quiere parecerse a alguien, por eso copiamos. Los jóvenes acostumbran a copiar aquello que hacen sus ídolos, marcas de segundo nivel copian aquello que hacen las potencias…