Da igual si practicas deporte o no, llega un momento que siempre haces lo mismo: siempre un mismo mensaje, siempre el mismo trabajo, las mismas tareas, las mismas rutinas… la misma vida. Siempre todo igual, sin cambios.
El deportista no es una excepción, al fin y al cabo el deporte nos ayuda a sentirnos mejor con nosotros mismos pero si no introducimos nuevos estímulos la rutina nos invade.
La monotonía te lleva a dejarte ir, a dejar de luchar, nunca te deja ver otros puntos de vista, lo que te lleva a dejar de vivir nuevas aventuras. Hablar de la rutina nunca te llevará a ningún lado, en cambio los retos te llevarán hasta donde tú quieras llegar.
Todo el mundo dice lo que es mejor para ti, no quieren que busques respuestas sino que creas en las suyas. Deja de coleccionar información de otros y empieza a buscarla en tu interior.
Cuando alguien crece también todo crece a su alrededor, cuando tratamos de ser mejores de lo que somos todo al nuestro alrededor también se vuelve mejor. Somos libres para elegir y tomar nuestras decisiones, no importa que otros no las entiendan, ten coraje, no temas a los retos.
Nunca olvides, que recordar que vamos a morir es la mejor manera que hay para evitar caer en la trampa de pensar que tenemos algo que perder. Busca tu pasión, nunca te rindas hasta encontrarla, Porque entonces lo único que estarás haciendo es consumir tu tiempo. El propósito es la razón de tu viaje, la pasión es el fuego que domina tu camino.
Muchos piensan que la vida consiste en vivir retos, se equivocan, el reto es vivir la vida.