Hay retos que nacen de la motivación de saber dónde están tus límites, otros en cambio, nacen de la necesidad de superación. Este año mi reto es una combinación de ambos.
Esta historia empieza hace diez años, en el punto más alto de mi carrera como deportista. Acababa de debutar en el campeonato argentino de aguas abiertas y mi objetivo era instalarme en el circuito mundial, pero no pudo ser…situaciones de la vida me hicieron cambiar de objetivos, abandoné el deporte de élite, me centré en mis estudios y empecé a planificar mi carrera profesional.
Veréis, cuando pasan los años te das cuenta que hay cosas que nunca volverán. A veces te gustaría volver hacia atrás para cambiar alguna decisión, sabes que con tu experiencia, ahora, la toma de decisiones hubiera sido mejor.
En el deporte las cosas son diferentes, siempre te ofrece una segunda oportunidad. Incluso algunas veces, en los momentos en que lo das todo por perdido.
Soy un auténtico afortunado por todo lo que he vivido en estos diez años, pero siempre he tenido en mente todo aquello que no pude hacer, anhelando y trabajando duro para que algún día llegara mi segunda oportunidad.
Este año, todo es diferente, ver como la persona más importante de tu vida lucha hasta el último suspiro contra el maldito cáncer te produce una sensación de frustración y a la vez te enseña una gran lección: no vivas con miedo.
Buscando un nuevo proyecto profesional, iniciando mis estudios de doctorado y sabiendo que mis mejores días en el agua ya han pasado a la historia, no son que digamos, factores que inciten a pensar que este año podía llegar mi momento. Pero el deporte y la vida tienen estas cosas, simplemente se trata de intentarlo.
Este año, el desafío se convierte en un acto de rebeldía contra el mar, 37km de pura natación en aguas abiertas uniendo brazada a brazada la distancia que hay entre la isla de Capri con la ciudad de Nápoles. El 4 de julio, seré uno de los 10 nadadores que estén en línea de salida de la travesía a nado más legendaria del mundo.
Límites, superación, frustración, necesidad, motivación, vivir sin miedo, rebeldía: Mi segunda oportunidad ha llegado.
